Es el trabajador el insolidario, el que pide y pide sin rendir pleitesía a su jefe, que bastante hace con darle trabajo y con pagarle lo que buenamente se le ocurre.
Te venden que no te conformas, que no valoras lo afortunado que eres con tener un jefe, con tener en tu país empresarios poderosos podridos de dinero que tienen privilegios y además te dan un trabajo y sueldo.
Te venden que son los empresarios los que mueven la economía. A los que hay que ayudar porque arriesgan su capital. Pero te ocultan que tú eres quien trabaja, quien pone la mano de obra. Quien pone la inteligencia, la fuerza, la mañana y el tiempo para que ese negocio ajeno sea fructífero. Para que ese gran señor poderoso tenga beneficios y caviar en su mesa mientras tú tienes alitas de pollo.
Te venden que es injusto que te hagan pagar impuestos. Y que más injusto es que los poderosos paguen impuestos además de crear empresas y puestos de trabajo. Oh! Pobres millonarios! Te venden humo. Ellos no quieren tu salud. Les cuestas dinero, que enfermes y no puedas curarte es problema tuyo, será que no te has esforzado lo suficiente para tener dinerito. Te venden que no es buena la educación pública, que te adoctrina. Te venden humo. No quieren que seas culto, que pienses y tengas opinión crítica. No quieren que descubras que abusan del pobre para mantener su sistema de privilegios.
Los poderosos son menos que los trabajadores humildes. Necesitan que te creas que son quienes te dan la vida y que tus iguales te quitan vida.
No quieren que trabajes menos, no quieren que cobres más. Porque los privilegios no están pensados para pobres. Es algo vip y que les diferencia del populacho.
El movimiento global por el cual grandes magnates llegan al poder, tocan la política es una perdición. Además de tus jefes serán quienes diseñen las leyes para que legalmente sus empresas puedan dominar a la masa trabajadora. Cuidan sus privilegios mientras te diseñan una vida de migajas sin que rechistes. Porque si rechistas serás el enemigo a eliminar. Un rojo, o un comunista, un inmigrante o un destructor del capitalismo.
Tus derechos como ser humano son los mismos que los de los poderosos. Solo tú decides si les das el poder de dejarte ser o no.