miércoles, 17 de agosto de 2011

Los católicos inundan Madrid

Resulta que España es aconfesional y recibimos la visita del Papa con una gran multitud que inunda las calles de Madrid. ¿hay espacio para los laicos? ¿Es lógico tal despliegue para dar cabida a una religión? ¿Por qué la Iglesia Católica goza de ciertos privilegios?

Desde luego España vive en una continua contradicción. Constitucionalmente es un país aconfesional pero, sin embargo, los católicos siempre tienen un lugar privilegiado. El Estado parece no desvincularse del todo de este poder religioso.

Lo cierto es que muchos ciudadanos sin creencias religiosas ven como polideportivos municipales, instalaciones como IFEMA o calles del centro de Madrid quedan cortadas y destinadas para esta celebración del sector católico. ¿Es justo? A simple vista parece una completa injusticia. Cierto es que ellos tienen derecho a tener sus creencias, juntarse y charlar sobre ellas o recibir al Papa, por qué no. Pero eso mismo podría organizarlo la Iglesia con sus propios medios. Tienen una cantidad innumerable de posesiones, digamos que no es una institución pobre, pueden permitirse el caprichito de recibir al Papa por todo lo grande y contando con sus propios recursos. Lo que no entra dentro de la lógica es que un Estado aconfesional corra con parte de esos gastos. Es por ello que no deben sorprenderse los católicos si ahora los no católicos muestran su disconformidad ante tal parafernaria, ya que ellos no están de fiesta pero sí aportan dinerillo para que ellos lo estén. Si de bondad se trata no se sabe quienes son más solidarios... Han contado con dinero de gente sin una previa consulta... Así son las cosas, la Iglesia Católica sigue mandando demasiado.


Confesionarios en el Retiro (imagen de Publico.es)

¿Deberían los políticos oponerse a tales actos? Como anécdota queda, por ejemplo, que si el Real Madrid ganara hoy la Supercopa sus aficionados no podrán ir a Cibeles a festejarlo como acostumbran y todo por qué... porque resulta que la religión está de fiesta y han decidido que parte de Madrid es para ellos. Así que los festejos futbolísticos tendrán que ser aplazados.

España necesita una revisión sobre temas religiosos. Necesita que los políticos dejen de lado sus ideas personales y luchen por lo que la nación realmente quiere y, ante todo, en época de crisis acontecimientos de tal calibre pueden despertar el desencanto en muchos ciudadanos, "indignados" y no "indignados".
 
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