lunes, 20 de abril de 2020

Sin odios y sin bulos se sale mejor de las crisis

Es tan poco alentador el panorama político que se ve. Es tan deprimente ver cómo ideas del pasado vuelven a sobrevolar este pais. Ideas lideradas por gente que parece que en medio de tiempos convulsos se mueve con destreza para que el griterío y los mensajes poco constructivos tengan mucho eco...

¿Por qué la gente de derechas tiene esa animadversión hacia Pablo Iglesias? ¿Es tan malo que un dirigente político busque que haya una renta mínima en un momento en el que los más desfavorecidos pueden quedar en un lugar muy marginal? ¿Es tan malo que proponga que los trabajadores queden protegidos ante posibles despidos y posibles consecuencias negativas en una situación de crisis económica derivada de una crisis sanitaria? ¿Es tan malo que proponga que los autónomos tengan paro y que cuenten con respaldo ante la situación tan complicada que pueden llegar a vivir sus negocios? ¿Es tan horrible que desde el gobierno se luche para que los bulos no tengan eco en la sociedad? ¿Es tan terrible que se intente que no haya desahucios, que los alquileres e hipotecas no supongan una asfixia para la gente que está sufriendo en especial esta crisis?

Pues, verdaderamente, todo eso es infinitamente mejor que rescatar bancos, que hacer que el rico sea más rico, que respaldar actitudes de odio hacia ciertas personas y hacia ciertas ideas, que la corrupción, que las black... 

No sé si es lógico pedir unas elecciones en estos momentos, tampoco sé si es logico decir que esto parece un golpe de estado... En realidad, no sé si es normal tener políticos en la oposición que no traten minuto a minuto de hacer críticas constructivas, propuestas constructivas... Esto en realidad, ¿De qué va? La política es resolver problemas en el momento en el que se vive y con miras a crear un futuro mejor ¿O simplemente es intentar ganar puntos para en un futuro optar al poder? Lo peligroso de todo esto es que ningún político sabe qué va a vivir como presidente del gobierno cuando logra llegar a ese puesto... En este caso a Sánchez le ha tocado dirigir un país en la mayor crisis sanitaria desde hace años. Pero, la vida continúa, la historia sigue, y cuando llegue otro presidente también tendrá que dirigir un país en las circunstancias que le toque. Ahora bien, la pregunta es la siguiente, ¿Que le gustaría tener a ese presidente delante? ¿Qué oposición le gustaría? Quizás la respuesta que muchos piensan pero no sé si la dirían en voz alta sería una oposición crítica pero constructiva, una oposición con empatía ante momentos duros.

El confinamiento da para mucho, quizás una opción interesante sería la reflexión.

miércoles, 8 de abril de 2020

Más soluciones y menos ruido de fondo

Un país con una pandemia, la gente muere a causa de ese virus que ataca sin piedad. Los sanitarios al límite, la sanidad al límite, la política al límite, la ciudadanía al límite... No hablo de un país en concreto, así es como está medio planeta. España no es ni más ni menos, es uno más entre los afectados. Sus instituciones trabajan para salir de esta alerta sanitaria y sus ciudadanos también. 

Pero se escuchan voces que resuenan entre la normalidad, voces que gritan fuerte mensajes de odio, mensajes de enfrentamiento, mensajes que no curan ni tampoco solucionan. Esas voces crean un ambiente de polémica, dañino para cualquier sistema que se encuentre luchando contra un enemigo tan potente y tan impredecible como un virus del que apenas se sabe.

Hay mucho que dice querer a España. Sí, como si se tratara de un pariente de línea directa de consanguíneidad. Gente que habla de España como algo exclusivo, como si fuera caviar que han de degustar solo unos pocos. Pero, la realidad es que España no es eso, es un lugar donde conviven ideas, gente, culturas tan diversas que quizás es eso lo que le hace interesante.

Hablar de que el gobierno no hace bien su trabajo y que la gente fallece sin más es tremendamente cruel. Decir que nada se está gestionando bien es tremendamente injusto, fallos en momentos de crisis son inevitables. Pero fallos en todo los niveles, gobierno, comunidades y ayuntamientos. Las crisis son así. Hablar de que el gobierno de coalición está lleno de gente de ideas poco recomendables para llevar un país por extremas, de izquierdas, dicen de ellos que son comunistas, es quizás, hablar desde la ignorancia más profunda. La política es mucho más. Ya Adolfo Suárez en su momento hizo algo interesante. Pasó de formar parte del gobierno en la dictadura de derechas de Franco a ser el presidente de la democracia que se instauraba. Tuvo que hablar con franquistas, con comunistas y con todo aquel que en ese momento estaba escribiendo la historia de España y su paso de la dictadura a la democracia.

Es por eso que la política, la democracia, debería sancionar a aquellos que mienten, que lanzan odio y que infravaloran a según qué persona o ensalzan a según qué otra... Los valores son tan importantes en momentos de crisis que no deberíamos dejar que unos pocos logren que sus voces nocivas se escuchen más que las que de verdad construyen pueblos y democracias.




 
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