viernes, 30 de marzo de 2012

Una huelga y manifestaciones multitudinarias

Los ciudadanos se han movilizado. Por fin parece que la indignación se expresa. España está viviendo una etapa de miedo, de crisis, de pérdida de valores. El estado de bienestar estaba creando, y quizás siga haciéndolo, un clima alejado de la realidad. Este país no entra dentro de los grandes poderosos. Hay que vivir en la realidad, no en cuentos de hadas en los que el pueblo acepta a pies juntillas todo lo que los poderosos van creando a su alrededor.



Manifestación en Sol (foto de publico.es)

Ayer la gente salió a las calles a rechazar enérgicamente una reforma absurda. Decían del anterior gobierno y en concreto de Zapatero que no sabía gestionar la crisis. ¿El actual ejecutivo cree que está haciéndolo bien? El pueblo les ha dejado claro que no. Que la opresión a los más indefensos no servirá. Hicieron una campaña política alejada de la realidad de las medidas que ahora están tomando. ¿era el poder algo tan suculento? ¿todo vale para alcanzar el puesto de mando? ¿les interesan los ciudadanos?

Desde luego, lo que sí quedó claro en la jornada de ayer es que en toda España y en concreto en Madrid, en la puerta del Sol, la gente se expresaba con claridad y con un carácter más que civilizado, por más que algunos denominados "políticos" digan que lo de ayer fue algo ilegal, que los piquetes actuaron de la peor de las maneras y todo tipo de tópicos que se adjudican a cualquier manifestación que no lleve como emblema "por la familia" o "contra zapatero", la de ayer fue una jornada ejemplar y para tener en cuenta por el Gobierno.

La gente ya está cansada. Los sindicatos parece que reaccionan. Es el momento de que demuestren que de verdad luchan por los derechos de los trabajadores. Hace no tanto en este país se luchaba por lograr el derecho a huelga, el derecho a una jornada de trabajo lógica, el derecho a un sueldo digno y ahora ¿qué? Algunos han decidido que de un plumazo su llegada al poder les daba derecho a fulminar todo ese esfuerzo, a debilitarlo al máximo. Esa gente merece que todos reivindiquemos ahora lo que ellos consiguieron.

La política no debería ser un juego tan sucio. Las campañas políticas tendrían que ser claras. Ya Rubalcaba en el debate que mantuvo con Rajoy le recriminaba que no explicaba qué iba a hacer si llegaba a ganar las elecciones. Con razón, querido Alfredo, no era nada bonito lo que el PP tenía pensado hacer. Eso quizás les hubiera quitado algún que otro votito. O, quizás, hubiera hecho que todos aquellos votantes de izquierda que castigaron a los suyos por los motivos que considerasen oportunos se hubieran movilizado para votar cualquier opción que no permitiera que llegaran al poder.

La realidad es que Rajoy es el Presidente. Pero parece que más bien lo fuera su mano derecha Soraya Saenz de Santamaría. Quizás necesitan autocrítica y comenzar a gobernar para todos y no para unos cuantos. Para empezar sentarse a dialogar con lo sindicatos sería un estupendo gesto que la ciudadanía estaría encantada de ver ya que en toda España se lo han pedido a pie de calle y de forma clara.
 
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