martes, 18 de septiembre de 2012

Santiago Carrillo fallece a los 97 años

Santiago Carrillo fallece y deja tras de sí tantas acciones importantes, tantos momentos cruciales, tanta ilusión que parece que a algunos se nos ha ido con él parte de nuestro espíritu luchador.


Santiago Carrillo (imagen de publico.es)

Representaba la libertad. Escucharle era tener confianza en que no todos los políticos son iguales, no todos buscan su beneficio personal. Hay quienes, como él, querían que la ciudadanía viviera mejor, que los derechos de los trabajadores fueran dignos y respetables, en definitiva, que el mundo evolucionara y pudiéramos ser todos algo más iguales entre nosotros.

La transición sin él no se entiende, desde luego. Supo dejar de lado sus firmes convicciones para ceder en aquello que creía oportuno por un bien general, la democracia. Por ese magnífico concepto lucharon y murieron tantos hombres y mujeres que ahora, viendo como funciona este país, es imposible que a los que nos emocionaban aquellos héroes no se nos pongan los pelos como escarpias al ver cómo algo tan complicado de lograr como la Democracia, la igualdad, la libertad puede estropearse tan rápidamente.




Decía en una entrevista que sus más allegados serían quienes le echarían de menos. Pero no, eso es imposible que sea así. Mucha gente echará en falta su sabiduría, su buena forma de entender la política, su generosidad, simplemente muchos echaran de menos al gran Santiago Carrillo.

El Comunismo alcanzó su culmen con él. Supo ilusionar a muchos jóvenes que soñaban con un gran cambio para aquella España oscura. Él hizo llegar a la sociedad el mensaje de que no tenían por qué ser sumisos, que la palabra era una magnífica herramienta para cambiar el mundo. Y así fue.

Su vida fue agitada. Luchó, fue encarcelado, se mantuvo al lado de Dolores Ibarruri en la defensa de sus ideas, lideró el Partido Comunista y logró su legalización, fue parte importante de la elaboración de la Constitución Española. La Historia de España no puede ser entendida sin la figura de este gran líder.

Se mantuvo activo en política pero desde el punto de vista de un observador que comentaba lo que acontecía hasta el último momento. Y eso dice mucho de una persona tan íntegra hasta los 97 años.

Santiago Carrillo se marchó pero siempre quedará su recuerdo, su vida llena de hechos importantes.


 
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