domingo, 22 de julio de 2012

La derecha está enseñando su verdadera cara

Vergüenza. Eso es lo que sienten la mayoría de los españoles. España se hunde de manera trepidante y los políticos parece que sólo luchan por quedar encima como el aceite. Sus ideas son lo primero. Sus partidos lo esencial. Insultar a sus contrincantes políticos algo incuestionable. ¿y España? ¿y los españoles? Nada, eso pasa a un segundo plano. Total qué más dan unos millones de parados, qué más da que haya una cantidad abrumadora de desahucios, qué mas da que suban el IVA pero no los sueldos, qué más da que la clase política sea tan hipócrita de decir que ellos también se bajan los sueldos porque hay que ser solidario con esta crisis. Bajar el sueldo es que la gente no logre un contrato digno teniendo una licenciatura, bajar el sueldo es que las universidades no puedan tener tantos becarios, doctorandos y demás personal muy útil para un país porque el Gobierno decide que la educación, la ciencia y la investigación no son tan importantes y que la fuga de cerebros puede ser hasta positiva.


Una de las manifestaciones contra las Reformas de Rajoy (imagen de publico.es)

Todas estas absurdeces políticas nos llevan a la deriva. España retrocede, nuevamente como con aquel señor con bigote al cual le encantaba ver cómo los pobres eran cada vez más pobres y cómo los ricos cada vez lo eran más. A ese señor que la educación no le interesaba ni de broma ya que cuanto más ignorante era la sociedad española más grande era ese detestable dictador. Nos llevó a lo más bajo de Europa y del mundo. Muchos años tardaron algunos políticos comprometidos con este país en llevar a España a una posición, por lo menos digna. Nunca España fue lo más, nunca fuimos un poderoso, pero por lo menos se nos tenía más o menos en cuenta. 

Ahora nuestro Gobierno está haciendo un tremendo esfuerzo porque el mundo entero hable de este país del Mediterráneo. ¿Por su estupendo clima? ¿por su fabulosa gastronomía? No, para nada. Hablan de nosotros por las medidas económicas del señor Rajoy, por las tonterías que deciden para "salvar" España y que no hacen más que disparar la prima de riesgo y asustar a los mercados. ¿Por qué? Porque España está endeudada hasta el cuello. Porque Rajoy no da confianza, porque su Gobierno parece de broma, porque los diputados de su partido político son irrespetuosos, véase el famoso "¡Qué se jodan!" de la señora Fabra, porque sus ministros deciden absurdeces que sólo responden al interés de sus votantes, conservadores con ideas ancladas en el pasado y con las cuales ningún país evolucionado jamás se va a identificar. Y si no que vayan a contarles a los canadienses, a los países nórdicos europeos o a cualquier país con leyes envidiables que aquí en España lo que se estila es reducir la partida de investigación, privatizar la sanidad o destrozar el sistema sanitario público, desmoronar la educación pública subiendo tasas para hacerla elitista y que solo unos pocos puedan formarse, proponer una ley en la que el supuesto de aborto por malformación del feto desaparezca, pero claro esto último habría que cuestionarlo o preguntarle al iluminado señor ministro de justicia que si las niñas bien o mujeres bien también estarán sujetas a esta ley. Ya se sabe que hace años en España el aborto no estaba permitido pero bueno algunas podían irse a otros países para abortar. ¿Serían gente sin recursos los que se iban? Bueno, el sentido común dice que no.

Desde luego España tardará en ser lo que ha llegado a ser. Un país progresista en el que la gente se sentía feliz. Las leyes habían evolucionado. Todo el mundo tenía un respaldo en los derechos plasmados en la Constitución y en las renovadas leyes españolas que hacían de España un país de mentalidad evolucionada. Ahora la derecha ha decidido unilateralmente que eso no puede ser así. Que los trabajadores deben ser eso, curritos sin derechos y sumisos ante los poderosos. Ellos ven las manifestaciones multitudinarias de manera diferente. Ven a unos pocos de izquierdas que se lanzan a gritar para fastidiar. Pero no señores, son gente de izquierdas, de derechas y de centro que les plantan cara porque les están pisoteando.

1 comentario:

  1. Estas son las consecuencias de votar a un partido que no se molestó siquiera en presentar un programa electoral. No podemos pedirles cuentas, porque sencillamente no se comprometieron a nada concreto. Y ahora, se muestran como lo que son, una pandilla de inútiles, estómagos agradecidos, y nostálgicos del nacional-catolicismo.

    Saludos.

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