martes, 11 de noviembre de 2008

Kensington Market: Un ejemplo de multiculturalidad típica de Toronto

Viajar te aporta cultura, aprendes de la gente, de las costumbres, de las tradiciones, de la forma de vida, te enriquece. Un país que consigue que todo esto sea posible es Canadá.

Se trata del segundo país más grande, ocupa cerca de la mitad del territorio de América del Norte. Su capital es Ottawa. El idioma oficial es tanto el inglés como el francés, depende de la zona donde estés. La ciudad más grande, cosmopolita, multicultural y moderna de Canadá es Toronto, es la vanguardia canadiense. En ella está el centro financiero del país. Esta ciudad acoge multitud de Festivales, de actividades en la calle, es raro el fin de semana que no tenga ningún acto previsto. Esta ciudad consigue tener un encanto especial debido a que es ejemplo de integración, en ella, aproximadamente, un 49% de la población no ha nacido en Canadá. Tienen un índice bajo de criminalidad y ello hace que sea una de las ciudades mejor valoradas para vivir.

Sus múltiples barrios tienen cada uno de ellos un aroma especial, y eso es literal, paseando por las calles se perciben infinidad de olores diferentes, que hacen que la gente pueda experimentar la esencia de diferentes culturas pero todas ellas dentro de una acogedora ciudad.

Una de las zonas más curiosas de Toronto es el Kensington Market. Allí puedes comprar cantidad de alimentos, ropa y curiosos utensilios muy baratos. Está varias calles al norte de College Street, este de Bathurst y oeste de Spadina (a la altura de Chinatown). En sus callejuelas puedes ver puestos de frutos secos, pero no de los normales que se ven en España, allí tienen cualquier fruto seco, por ejemplo, probar ese mango, esa fresa o esa piña seca que tenian en sus expositores en la calle a la vista de todo el mundo y por supuesto al alcance de todos y de los animalillos que quisieran probarlos también es una experiencia interesante. Después de probarlo con algo de miedo te das cuenta de que realmente no está malo. Al lado de estos puestecillos se pueden ver pescaderías chinas, las cuales despiden un intenso olor que así de primeras hace que la gente no sienta una especial atracción por ellas. Junto a estas se puede ver una quesería que ofrece quesos de todo el mundo, incluso ese queso que tanto se echa de menos cuando no está en España, ese maravilloso y oloroso queso manchego curado. Hay puestos de ropa, no es de calidad, pero son muy curiosos. En la carretera puede verse un coche antiguo con todo su interior repleto de arena y cesped plantado, decorado exteriormente con llamativas flores y situado en frente de algún puesto de ropa hippi. Entre todos estos puestos la gente puede parar a disfrutar de la diversidad de comida que el Kensington Market ofrece. Hay comida mexicana, comida china, algún bar de "tapas" españolas, todos ellos mezclados con otros restaurantes de disintas partes del mundo.

La gente que se puede ver por esas calles es de lo más variada, chinos, indios, españoles, latinos, canadienses, todos tienen un lugar en ese multicultural mercado y todos se quedan enamorados de aquellos aromas variados que respiran en su ameno paseo.

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