Desde luego saber que Rubalcaba será el candidato del PSOE para las primarias, en primera instancia, a la espera de que se presenten más candidatos y, si sale elegido que lo será a candidato a las próximas generales, es una maravillosa noticia. Se trata de un hombre con experiencia y con un gran sentido de la responsabilidad. Es una persona con unos interesantes estudios, es Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid y, además, cuenta con una dilatada trayectoria en política.
Su corrección y buena dialéctica hace que tanto la gente de su partido como la de los demás le tengan un tremendo respeto tanto a él como al trabajo que desempeña. Nunca suele estar dispuesto a sacar de contexto las circunstancias y suele explicar y argumentar los hechos con gran elocuencia.
Es por ello que el PP tendrá que trabajar duro para poder alcanzar su tan ansiado puesto en la Moncloa. Para nada Rubalcaba tiene el camino allanado. La crisis económica y la mala imagen que algunos se han propuesto dar sobre Zapatero de manera incansable ha pasado factura tanto al Gobierno como al PSOE y a todos aquellos que forman parte de dicho partido. Pero lo que sí que es cierto es que para el PP la crítica simplemente destructiva que venía planteando hasta ahora como hoja de ruta ya de poco les servirá. Rubalcaba es un hombre poco dispuesto a las riñas absurdas sin trasfondo argumentado. Ahora los populares tendrán que desvelar a los ciudadanos cuáles son sus proyectos para sacar al país de la crisis o para no recortar derechos públicos entre otros muchos temas que puedan interesar a todos aquellos a quienes quieran pedirles el voto.
¿Ha hecho bien el PSOE con elegir a Rubalcaba como candidato?¿Logrará cambiar la imagen que actualmente tiene el partido debido a la crisis? ¿Qué candidato logrará mayor simpatía por la ciudadanía? ¿La gente que vote al PP quiere las ideas del partido o a Rajoy? Estas preguntas se responderán en las siguientes elecciones generales y durante estos meses previos en los que los candidatos de todos los partidos mostrarán sus mejores ases para convencer a la sociedad de qué es lo mejor para el futuro del país.
Lo que quiere la gran mayoría de los españoles, seres no muy dados a resolverse los propios problemas por sí mismos, es que llegue alguien, un Mesías o el Anticristo mismo, que les aligere la ruína en la que se encuentran sumergidos, llámese Rajoy o Jaimito, pero que tenga aires de ganar con mayoría absoluta. Al Diablo votarían contar de dejar esta pesadilla en que cada vez más, en calidad y cantidad, se hallan sumidos.
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