Vacaciones en Roma

¿Qué te parece irte de vacaciones a una ciudad llena de arte y de animación? Pues no está demasiado lejos. A unas dos horitas de avión tienes la gran Roma. Pasar unos días de vacaciones en esta ciudad italiana puede ser algo más que entretenido.

Por el día lo ideal sería patearse la zona. Caminar por las callejuelas y ver cómo se vive en una ciudad con historia en cada uno de sus rincones. Entre museo y monumento siempre está bien tomarse un descansito y dejarse deleitar por esos manjares de comida que tienen los italianos. Hay miles de puestecitos por la calle que te ofrecen platos muy típicos, en realidad no son nada especial, pero, que después de tanto caminar te pueden saber muy bien. Después de ese alto en el camino puedes continuar con la visita, ya que en Roma nunca acabas de verlo todo. La hora de la comida es algo más pronto que en España, y ya ahí es cuando puedes maravillarte con la cantidad de platos originales que inundan las cartas de los restaurantes. Tras una comida de categoría visitar la ciudad a pleno sol si vas en verano puede ser, casi, un deporte de riesgo. Para ese momento, lo mejor sería reservarte algún museo o cualquier otra opción a cubierto.

Terrazas a orillas del río Tévere en la zona del Trastévere (imagen de Rosa)

Tras un día tan ajetreado lo que pondría la guinda al pastel sería darse una duchita fresca, arreglarse e ir a cenar cerca del Trastévere, ya que es, quizás, el lugar más puro de Roma. Allí realmente ves la vida romana. Y, además, cuenta con unos lugares impresionantes para cenar algo típico italiano.

Después, puedes vivir la noche de Roma a orillas del río Tévere. Caminando por la pasarela paralela al río puedes encontrar curiosos puestecitos de ropa u otros artículos y, también, unos bares con mucho glamour. Las terrazas son de ensueño y, realmente, tomar algo allí se puede convertir en una de las mejores postales que te lleves en el recuerdo de tu viaje a Roma.

Así que, un plan genial para estas vacaciones puede ser visitar Roma y disfrutar, en concreto, de la noche italiana a orillas del río Tévere en la bella zona del Trástevere.