Es lógico que en épocas de crisis los Gobiernos intenten recortar gastos de donde sea. Pero, a la hora de tomar esas decisiones tan peliagudas hay que valorar los pros y los contras. Es decir, hay temas de los que puede resultar más irrelevante un pequeño reajuste de presupuesto. Recortes que pueden, casi, ni apreciarse a la larga cuando la crisis vaya desapareciendo. Por el contrario, hay temas en los que un recorte presupuestario puede influir demasiado en el futuro de un país. Es el caso de los que se llevan a cabo en temas científicos.
Parece ser, que el Gobierno planea un recorte de un 10% para la ciencia en 2011. Ya se llevó a cabo en 2010 uno de un 15% a pesar de que la comunidad científica advirtió que a la larga esa decisión en vez de servir como beneficio para el país resultaría muy perjudicial para el mismo. Y, no contentos con ello, nuevamente se planea volver a las andadas y llevar a cabo un nuevo recorte que obviamente lo único que haría es agravar la mala situación de la que hablan los científicos a la hora de perfilar el futuro de un país si se toman medidas como estas.
Cristina Garmendia, Ministra de Ciencia e Innovación, por su parte, se muestra más del lado de los científicos y lucha por lograr que simplemente se congelen los presupuestos para que así la ciencia no tenga que afrontar más recortes.
Lo cierto es que todo país debe tener claro que apostar por la inversión científica es un valor seguro. Es decir, quienes así lo han entendido a lo largo de la Historia han logrado ser países más prósperos y avanzados. Con ello, logran estar a la cabeza de los avances científicos y gracias a todo esto consiguen que el resto del mundo se vea en la obligación de seguirlos y aceptar que quien está a la cabeza en temas científicos tiene más probabilidades de perfilarse como líder.
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