La lucha terminó. Marcelino Camacho se fue pero siempre quedará su buen hacer. Gracias a él y a muchos como él los trabajadores gozan ahora de muchos adelantos que a aquellos sindicalistas les supuso hasta estar presos. Antes había lucha sindical. Antes los sindicatos tenían claros sus objetivos. Antes había gente como Marcelino Camacho.
Marcelino Camacho en un Acto en Carabanchel en recuerdo de los presos políticos (imagen de Rtve.es)
Quizás ahora la sociedad ha decidido ir por otro camino. La gente es conformista. Nadie quiere poner en peligro lo ya logrado pero ¿así se podrá seguir pregresando? El capitalismo ha invadido las mentes de los ciudadanos. Ya sólo se piensa en consumismo y en el bienestar propio. Antes no era así. El mal de unos cuantos era el mal de muchos y, todos juntos, lograban, tras mucho luchar mejorar la situación de no sólo esos pocos sino de todos en general. ¿quizás se ha perdido el sentido de la solidaridad? Puede que sí.
Lo cierto es que Marcelino fue y será una de las grandes figuras de la Historia de España. Escucharle hablar era como empaparse de historia pura y dura. Era adquirir sabiduría. Era admirar el afán de lucha y el impresionante compromiso que tenía con la labor por la que él había estado luchando toda su vida, los trabajores y los derechos que a éstos les correspondían.
Su compañera Josefina siempre fue su incondicional apoyo. Junto a ella ha vivido toda su vida en Carabanchel y a su lado ha reivindicado todo aquello que consideraba justo.
El Fundador y primer secretario de CCOO ha dejado a la familia sindicalista huérfana. Ahora los sindicatos ya no son como antes pero, quizás tomando ejemplo de los grandes como Marcelino Camacho la palabra sindicalista vuelva a tomar sentido.
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