En la tele, no todo vale

En los medios de comunicación, a veces, los profesionales se olvidan de que no todo vale para hacer audiencia o para entretener a la misma. Y eso precisamente es lo que pasó el pasado miércoles desde Hamburgo con el periodista Manolo Lama. Pecó de poco precavido quizás. Es decir, su trayectoria profesional le permite tener recursos suficientes para hacer una conexión sobre deportes centrándose en este tema y no derivando en situaciones poco afortunadas y que estén fuera de lugar. Puede que como afirma actuara de buena fe cuando decidió hacer un directo con un mendigo como protagonista y con la afición colchonera rodeándolo para demostrar lo bondadosos que podían ser con los más desfavorecidos.

Ahora bien, ¿alguien le consultó al mendigo si quería que su caso saliera en la televisión? ¿se tuvo en cuenta que quizás mezclar el tema de la final de una competición europea de fútbol con la paupérrima situación que padecen los mendigos de numerosas ciudades del mundo no viene a cuento y que puede resultar ofensiva para cierta parte de la sociedad? En la tele ya empieza a valer todo. Un informativo se supone que es un espacio serio en el que ante todo se pretende mostrar al mundo lo que está ocurriendo, cierto es que en ocasiones pueden hacerse conexiones quizás más livianas y que puedan prestarse a más broma pero, en todo caso, sin perder de vista que se trata de un informativo y no de un espacio de entretenimiento. Y, por supuesto, tanto el tema deportivo como el tema de la mendicidad en las ciudades puede tener cabida en los telenoticias pero, eso sí, tratados de manera seria y bien diferenciados, atendiendo, ante todo, a la seriedad que cada tema pueda requerir.

Quizás toda esta polémica puede estar yendo demasiado lejos. Es indudable que Manolo Lama en ningún momento quería que el mendigo se sintiera ofendido y mucho menos que su directo fuera una ofensa para muchos colectivos. Sus disculpas y las de la cadena podrían haber servido. Sin embargo, parece que Cuatro puede ser sancionada tras el expediente que Industria ha abierto por dicho caso. Tampoco es, quizás, muy justa la movilización que este tema ha provocado en Internet. Las Redes Sociales muestran su disconformidad con la actuación del periodista de manera insistente.

Lo cierto es que la tele actualmente es, quizás, demasiado influyente. Todo lo que sale emitido es complicado que pase desapercibido y, en este caso, la imagen y la trayectoria profesional de un estupendo periodista puede verse afectada simplemente por no haber sido precavido en su manera de actuar dentro de un informativo.