viernes, 16 de julio de 2010

El Negredo, un pueblo especial

El Negredo es un bello pueblo situado en la sierra de Ayllón y dependiente del ayuntamiento de Riaza. Es una pequeña aldea con las típicas casitas de pueblo y con la típica gente que adora su tierra. Quizás es esa la magia de este lugar, su gente. 

El nombre del pueblo puede hacer referencia al color de sus casas. La pizarra es el material predominante de esta zona y está muy presente en sus construcciones. En El Negredo, a pesar de ser un pueblicito pequeño se puede hacer turismo. Cuenta con dos iglesias. La ermita de Nuestra Señora del Rosario se encuentra dentro del mismo pueblo, cerca de la plaza. Y, la Iglesia de Nuestra Señora del Vallehermoso, de origen románico, se halla a las afueras de la población. Está en lo alto de una colina y es la imagen que el visitante puede ver nada más aproximarse al pueblo. Es en este templo donde se encuentra la Virgen del Vallehermoso. A dicha imagen todos sus habitantes le tienen una profunda devoción y un sincero respeto. Las fiestas que tienen lugar en agosto son en honor a su virgen y por ella bailan y cantan sin parar durante un fin de semana.

A lo lejos también el visitante puede vislumbrar unas minas. Hace tiempo se les dijo a los lugareños que contaban con una tierras muy prósperas y que gracias a esa mina el nivel económico del lugar iba a aumentar. La realidad de todo ello fue que al poco de comenzar a trabajar en dicha mina se dieron cuenta de que allí no había ningún material tan preciado. Simplemente dejaron un paisaje menos limpio y nada de riqueza pero, eso sí, la gente de allí adora su querida mina.

El Negredo es un lugar que tiene pocos habitantes que vivan todo el año allí. Las temperaturas en el invierno son bastante extremas y sólo quienes son de allí saben hacer frente a ese mal tiempo. Sin embargo, el verano en esta aldeita segoviana es alegría. La gente acude allí para desconectar de la gran ciudad y poder reencontrarse con viejos amigos de la infancia. La mayor afluencia de gente siempre está en torno a la plaza y las casas de los alrededores. Es allí donde tiene lugar toda la actividad del pueblo. Allí la gente acude a comprar el pan, la carne, pescado y cualquier cosa que pueda necesitar, pero no hay tiendas. ¿Entonces cómo compran? es costumbre que acudan los tenderos en sus furgonetas desde los pueblos de los alrededores. La gente del pueblo sabe que han llegado porque hacen su entrada tocando el claxon de manera insistente hasta que finalmente paran en la plaza, la cual, poco después, estará llena de gente comprando y charlando.

La vida en el Negredo es muy tranquila. La rutina allí es madrugar (son gente muy trabajadora y poco dormilona), jugar a las cartas, salir a pasear por la carretera y por las noches tener amenas tertulias al fresquito sentados en los poyos situados a la entrada de las casas.


El Negredo desde lo alto (imagen de Rosa)

Visitar el Negredo es una genial opción para conecer parte de los pueblos de Segovia. Sus gentes siempre recibirán al visitante con las puertas abiertas (en esta entrañable aldea esto es una costumbre muy habitual en la zona cercana a la plaza) y con una amabilidad admirable. De allí nadie se va sin tomarse un café o un vasito de agua bien fresca y si se tercia rápidamente preparan unos montaditos con los alimentos de la típica olla segoviana.

Ahora en verano esta aldea segoviana tiene próximas sus fiestas, el último fin de semana de agosto. Quien acude a dichos festejos jamás puede olvidar como le profesan a su virgen un tremendo respeto, como hacen una especie de romería en la que trasladan a la Virgen de iglesia. Ese camino, tanto de bajada como de subida se hace cantando y bailando a la imagen. Es genial ver cómo sus habitantes más mayores año tras año han cantado a la virgen y, por supuesto, le han bailado las jotas (allí, ¡no hay dolor de rodilla o de pierna que valga! por muy mayores que sean quienes bailan). Otro momento emocionante es ver cómo sale la virgen a hombros de sus fieles. Incluso la gente mayor carga con la imagen y, por supuesto, no hay exclusión posible, las mujeres también participan en este emocionante momento. Finalmente, la entrada de la virgen al concluir las fiestas a su iglesia se hace con una subasta de palos. Allí la gente hace ofrendas que luego van para la iglesia.

Los más jóvenes son quienes, quizás, más disfruten de estas fiestas. Los mozos suelen adornar las ventanas de las muchachas solteras por la noche y ya a la mañana siguiente se hace lo que los "mochicones" (como son llamados los naturales de El Negredo) denominan la diana. Se trata de ir casa por casa cantando y bailando para que los anfitriones de cada hogar saquen algo de aperitivo para quienes a sus puertas acuden. 

Así que, para quienes no tengan planes en agosto ya saben las fiestas de El Negredo pueden ser muy divertidas y conocer a su gente algo inolvidable.

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