lunes, 19 de abril de 2010

Continúa el caos por la nube de cenizas

El volcán islandés que hace ya varios días está en erupción parece que prosigue con su actividad y lo que es más preocupante, la nube de cenizas sigue siendo bastante importante. Es esta última la que provocó el caos aéreo en un primer momento y, además, se ha ido incrementado con el paso de los días.

Hay gran parte de Europa afectada por la nube de cenizas y el espacio aéreo se resiente en lugares como Bélgica, Republica Checa, Dinamarca, Estonia, Países Bajos, norte de Italia o Reino Unido, entre otros. Ciertamente son demasiados, quizás no se esperaba que esto ocurriera. Pero lo que si es verdad es que se está actuando, dentro de lo posible, bastante bien. Ante todo, las autoridades competentes han velado por la seguridad de los viajeros y es por eso que es tan importante mantener y respetar las restricciones que se estipulen. 

¿Es normal que la gente se disguste porque este cierre del espacio aéreo causa muchos trastornos? ¿Las compañías están entendiendo que, aunque se vean perjudicadas, mantener estas normas de seguridad es algo esencial? La gente está molesta, normal. A nadie le gusta dormir en un aeropuerto o irse a un hotel sin saber a ciencia cierta que será de ellos al día siguiente. De igual manera, es de entender que las compañías aéreas quieran que las restricciones sean algo más leves y se permita efectuar un mayor número de vuelos. Sin embargo, hay que ver más allá de los intereses de cada uno. Si se fuera más permisivo en este tema y sucediera cualquier imprevisto, ¿cuales serían las consecuencias para quienes permitieran que salieran los vuelos y con ello abrir una puerta a la inseguridad? Las consecuencias serían numerosas. La sociedad se posicionaría en contra y probablemente se les culpabilizaría de haber sido benévolos. 

Lo correcto es mantener las normas como hasta ahora, ya que parece que ante todo la seguridad está siendo preservada y en estas ocasiones es por lo que hay que velar.

El secretario de Estado para la Unión Europea de España ha comentado la situación actual del volcán y parece que se muestra algo esperanzador. La agencia meteorológica islandesa afirmó que la actividad del volcán se verá incrementada pero que ya el humo no irá a más. Es decir, el tamaño de la columna de humo pasará de 11 kilómetros a 4 ó 5.


El volcán de Islandia en erupción (imagen de público.es)

Una de las peores situaciones se está dando en Reino Unido, ya que es un lugar habitual de enlaces en Europa y por lo tanto un espacio aéreo con bastante tránsito diario. Es por eso que su cierre provoca muchas incomodidades en Europa.

De momento el mundo sigue mirando hacia dónde va la nube de cenizas para saber si la vida diaria puede volver a la normalidad. Aunque lo cierto es que la paciencia es la mejor aliada en una situación así.

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