Sara Carbonero objeto de crítica por su relación con Casillas

¿Por qué la gente se ha metido tanto con Sara Carbonero? ¿De repente ya no es una buena periodista? ¿Dónde está el problema? 

Es una joven periodista de 26 años que ha sabido buscarse la vida de una manera impecable en su profesión. Comenzó en RadioMarca, pasó por la Cadena Ser, posteriormente se dio más a conocer en La Sexta donde ya empezó a tener bastante presencia en programas relevantes de la cadena. Finalmente llegó a Telecinco. Allí poco a poco a demostró de lo que era capaz. Una de sus primeras misiones fue la Copa Confederaciones de Sudáfrica, al poco Sara logró ser la Subdirectora de la sección de Deportes de la cadena y, además, su rostro es el que cada día ven los tele espectadores en la sección de deportes del informativo de Telecinco.

¿Todos estos méritos profesionales no se tienen en cuenta? ¿Es justo que Sara sea conocida últimamente sólo por ser la novia de Iker Casillas? Sencillamente es una absurdez. Ha sido una profesional de la cabeza a los pies en el Mundial de Sudáfrica. Supo estar en su lugar en todo momento. Hizo un gran trabajo entrevistando a los protagonistas de 'La Roja' tras cada partido. 

Sara Carbonero es más que la novia de Casillas. Es una joven periodista que ha sabido labrarse un futuro dentro de esta dura profesión. El mundo del periodismo no es nada fácil. Y, en concreto, la información deportiva puede ser un ámbito más que complejo para que una mujer pueda desarrollarse profesionalmente. Sara está ahí porque sabe de deportes y porque sabe comunicar.

Así que, tanto Sara como Iker tienen derecho a vivir su relación como ellos quieran sin que nadie se permita el lujo de opinar si dejan de ser magníficos profesionales cada uno en sus respectivos trabajos. Es más, ya Iker con el beso que le dio a Sara Carbonero dejó más que claro que él hace lo que quiere en cada momento y que su relación la llevan ellos a su manera. ¿Es el morbo y el cotilleo algo demasiado instaurado en este país? Quizás, ya se sobrepasan límites con este tipo de cuestiones. Y, lo peor de todo, es que sobre quienes se rumorea y se lanzan críticas sin más, son personas, en muchos casos, de lo más normales que simplemente trabajan y llevan su vida de lo más discretamente posible.