Valentino Rossi vuelve a competir

Valentino Rossi es el gran símbolo del motociclismo. Es un luchador nato y jamás se da por vencido. A primeros de junio sufrió una dura caída y como consecuencia se fracturó la tibia y el peroné. Se le operó de urgencia y le introdujeron un clavo en la tibia fijado por cuatro tornillos, la herida se cerró con 15 puntos de sutura. Así dicho suena a que el popular piloto debería estar retirado de los circuitos durante un largo período. Y lo cierto es que así debería de ser. Se dijo que para su total recuperación necesitaría entre cuatro y cinco meses. Y para poder plantar y aguantar algo de peso cerca de las seis semanas, pero con la ayuda de las muletas. Sin embargo, Rossi ya está dispuesto a pilotar su querida moto y plantarle cara a Lorenzo.

Valentino Rossi de nuevo junto a su Yamaha (imagen de elpais.com)

Así es la vida de los deportistas de élite. Una lesión tan importante tratada a tiempo le permite, gracias a un impresionante despliegue a su alrededor, volver a su vida nornal en mucho menos tiempo del que debería. Si esto lo contemplamos en la vida de cualquier ciudadano de a pie ni se le parece. Es decir, la operación de urgencia es más que cuestionable. Fácilmente le pueden operar, con un poquito de suerte tres días después de que se machacara la pierna. Por supuesto, ese tiempo de espera lo pasaría en casa y nada de hospitalizado, que ocupa cama y no está la sanidad para derroches. Después de la operación las citas con el médico pueden estar bien espaciadas, total, sin prisa que sólo se trata de un ciudadano de a pie. El acudir a la consulta puede ser otro bonito espectáculo. Ya simplemente que te expliquen cómo va tu pierna, si hay mejoras o no y que te comenten para cuándo debes volver y si necesitas ya la rehabilitación puede ser un trabajo algo arduo. Ya, superado todo este proceso, que puede durar fácilmente mes y pico, llega el momentazo de la rehabilitación. A priori no te van a dar demasiadas sesiones que las listas de espera son grandecitas. Por supuesto, eso del trato personalizado no es algo que esté a la orden del día. Quizás Rossi sí que pueda disfrutar de su propio médico rehabilitador y sus fisioterapeutas. 

La verdad es que el mundo cambia, parece que hay progresos en las sociedades pero, si se observa atentamente el funcionamiento de las cosas, se puede ver cómo siempre ha habido clases y parece obvio que las seguirá habiendo. El dinero es lo que tiene. El dinero es poder.