martes, 16 de marzo de 2010

Una Fiesta algo desfasada

Sangre, violencia, tortura. De esta manera hay muchos que definen a la Fiesta Nacional. ¿Tienen razón? En parte sí. En las corridas de toros la sangre es parte del paisaje, ya que el toro es acribillado nada más empezar a banderillazos, por lo que su lomo chorrea continuamente sangre. La violencia, en parte, puede considerarse que también tiene un papel estelar. Es decir, arrear banderillazos al toro para, al final de la faena, darle la puntilla en medio del pescuezo tiene un toquecito cruel a la par que violento. Y la tortura, sin más, parece ser el conjunto. Vamos que el pobre animalillo tenga que sufrir toda clase de perrerías mientras unos aficionados a esa denominada Fiesta se emocionan al ver tan peculiar evento tiene un aire a tortura y a falta de sensibilidad curiosa.

Que es cierto que se trata de una tradición muy antigua en España, es verdad. Eso nadie lo niega. Pero también es verdad, que en la antigüedad había prácticas que eran muy crueles en muchos lugares del mundo y poco a poco se han ido eliminando según las sociedades iban siendo más cívicas.
Esperanza Aguirre en los toros (imagen de público.es)

¿Qué aporta la Fiesta Nacional? No se es más patriota, ni más español por admirar este festejo. Al revés, seguramente habrá muchos antitaurinos que se sientan muy españoles pero que detesten ver sufrimiento, y los animales, como seres vivos, también sufren. Lo que tampoco es normal es alzar a prioridad este debate, llevarlo a la política y que además los mismos políticos entren a debatir sobre si son un bien cultural o si, por el contrario, habría que prohibirlos. ¿Pinta algo el pueblo? Pues para empezar, los ciudadanos deberían de comunicar sus pareceres sobre el tema. Y, como actitud madura e inteligente, los políticos deberían atender temas de más relevancia en estos momentos que este absurdo debate.



Muchos llevan este debate al extremo. Es decir, se dice, también los pollos, vacas y demás animales que son habituales en la alimentación mueren. Y es verdad, no sería lógico comerlos vivos. Pero, también es verdad, que todo ser vivo debe alimentarse. De manera que, igual que un animal salvaje caza para poder sobrevivir el hombre debe sacrificar animales para poder seguir vivo también. Diferente es crear una fiesta basada en la muerte y tortura de un animal simplemente como festejo.

1 comentario:

  1. La tortura, ni arte ni cultura! Pobre animales!!! y luego la gente lo defiende diciendo que si no fuera por el toreo, los toros estarían extinguidos... cosa falsa totalmente...

    Saludos!!

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