Vergonzosos hechos

Es indignante que gente con esta dudosa dignidad se permiten el lujo de dar consejos al resto de la Humanidad. ¿Es la Iglesia realmente tan bondadosa como promulgan? ¿Son tan justos y miran tanto por el bien de la población mundial como no se cansan de repetir? Pues, atendiendo a todo lo que poco a poco está viendo la luz no son tan santitos como quieren hacer ver.

El Papa Benedicto XVI (imagen de publico.es)

¿Cómo se pueden desoír casos de pederastia? ¿No es un tema lo suficientemente grave como para sancionar a cualquiera que esté implicado en algo así? Pues parece ser que en la Iglesia hacen oídos sordos ante casos de pederastia llevados a cabo por miembros de esta organización para así no crear escándalos. Según afirma The New York Times, incluso el actual Papa cuando era cardenal dejó sin sanción a algún religioso que supuestamente estaba implicado en un caso de abuso hacia, al menos, 200 niños sordos en Estados Unidos.

Puede que se intenten acallar estos horribles acontecimientos porque en los tiempos que corren ya la Iglesia no tiene ni mucho menos el poder que ostentaba en la antigüedad. Sin embargo, siempre hay ciudadanos que apoyan, quizás en exceso, a la Iglesia. ¿No sirven actuaciones como las ocurridas para que la gente empiece a desencantarse con la religión? Los religiosos, en esencia deberían hacer únicamente el bien, no deberían pensar en el beneficio propio. Ya que, si realmente siguen los pasos de su Dios, los pasos de aquel hombre al que tanto alaban como es Jesús, están obligados a ayudar a los desfavorecidos, a renunciar a cualquier beneficio propio, ya que simplemente el hecho de ser útil para el resto debe ser algo satisfactorio para ellos mismos. O, al menos, eso es lo que hacía Jesús. Tampoco es comprensible la cantidad de dinero que tiene la Iglesia. ¿Para qué quieren tantas riquezas? Jesucristo no tenía palacios ni nada similar. Se supone que era un hombre humilde, hijo de una familia humilde. Realmente todo este tema es un gran negocio que se fue formando con el tiempo y gracias a la ignorancia e incultura de la sociedad. Por eso es importante formarse y contar con un buen grado de cultura para no dejarse llevar por ideas banales, cuyo fundamento no tiene una base sólida ni demostrable.

La Iglesia debería replantearse muchos de sus arcaicos mensajes. Sancionar a los religiosos que realmente no hacen el bien a los demás, como ocurre con los casos de pederastia, que parece que cada vez salen más y más (entre los más sonados lo acontecido en Irlanda o ahora los casos que destapa The New York Times). Simplemente con pedir perdón no vale. Las víctimas sufrieron, por lo tanto es justo que quienes cometen actos delictivos acepten el castigo que las leyes imponen. Esta institución necesita más Teresas de Calcuta y menos poderosos ricamente ornamentados que se limiten a dar misas de relevancia, a opinar y a manifestarse sobre temas que no son de su incumbencia, sino, que se trata de debates al margen de la religión.

La separación Iglesia-Estado es uno de los grandes avances que se lograron a lo largo de la historia. Ahora lo importante es mantenerlo así, y hacer que los religiosos que cometen delitos, como ocurre en los casos de pederastia no salgan sin sanción. De esta manera la sociedad seguirá progresando y dejará cada vez más de lado el miedo, la ignorancia y los valores absurdos, sin base científica, que esta institución sigue promulgando.